Lo privado personal dentro de 14 страница



La instalación en los confines del Maine y de Normandía se llevó a cabo entre 1015 y 1027, gracias al apoyo de un señor de Belléme del que Giroie era compañero de armas y al favor ducal: al guerrero se le prometió la mano de la hija única del poderoso Helgon; ésta muere prematuramente antes de las nupcias, pero ello no impide que el novio reciba el fiscos (dominio o feudo a punto de convertirse en castillo) de Montreuil y Échauffour. De su matrimonio con otra muchacha noble nacen siete hijos y cuatro hijas: la enorme fecundidad de las uniones no es cosa excepcional en aquellos tiempos; obliga a los linajes, si quieren evitar los fatales repartos, a mantener una lógica de expansión que desencadena la rivalidad dentro de las "patrias" lo mismo que fuera, y a trazar con respecto a los jóvenes un rigor extremo. Orderico Vital nos ayuda a reconstruir la estrategia de los Giroie, pero no pone de manifiesto todos sus aspectos, comprometido como se halla con una representación particular, de acuerdo con lo que sabe y con lo que sirve a los intereses de su monasterio, Saint-Evroul d'Ouche; una y otra, la estrategia y la representación merecen un examen conjunto.

2.° En la primera generación de herederos sólo tres de los siete varones tienen hijos. Como el mayor de los supervivientes (después de la muerte de Ernaud), Guillermo el Giroie es el que preside a sus hermanos durante toda su vida; habiendo obtenido el castillo de Saint-Céneri, se lo cede a su hermano menor Roberto, que aparece como aliado suyo en la pugna con el tercer herano, Foucois. Porque la preeminencia de Guillermo no se ha establecido automáticamente: el honor de Montreuil se había repartido al principio entre él y Foucois, y hay que imaginar entre ambos, poco después de 1035, una áspera rivalidad. Foucois había sido el compañero y ahijado de Gisleberto, conde de Brionne, enemigo de Guillermo el Giroie y de los suyos; pero había perdido la partida, y el relato de Orderico Vital llega incluso a relegarlo con sus descendientes a una zona de sombra y de ilegitimidad: a la madre de sus hijos se la llama "concubina" —¿habría de ser ésta la única unión de validez discutible en toda la historia de este linaje, que era poderoso en un tiempo en que las normas canónicas del matrimonio solían andar muy malparadas? Cuesta creerlo. ¿No se tratará tal vez de descalificar a unos hijos que no han participado en la fundación del monasterio de Ouche (a pesar de haberlo dotado) y que más tarde se han dedicado a inquietarlo?---. Cabe aquí percibir, de hecho, uno de esos procedimientos de rivalidad sobre los que Georges Duby ha insistido más atrás. En lo tocante a la historia política y social, resulta, por otra parte, digno de notarse que las luchas internas de un principado como Normandía no oponen entre sí a las grandes parentelas en bloque, sino que introducen más bien en escena a facciones que utilizan determinados niveles dentro de los linajes mismos. Y estos linajes sobreviven como tales, puesto que cuentan con representantes en cada uno de los dos campos; aunque la cuestión está en saber cuál de las ramas eliminará a las otras o logrará hacerse, al menos, con la preeminencia (¿o incluso, mediante la manipulación de la memoria, con la primogenitura retrospectiva?).

De los otros cuatro hijos, a tres se los llevó una muerte prematura —o cuando menos sobrevenida cuando eran todavía "jóvenes", es decir, célibes—. Eso fue lo que ocurrió con el primogénito Ernaud, o con el Giroie (cuyo "verdadero" nombre de pila no se ha conservado), nacido en sexto lugar, herido de muerte accidentalmente por un escudero: en sus últimos momentos, por un acto de piedad que, un poco como las donaciones a las iglesias, aísla al individuo de su parentela, suplica a su involuntario agresor que huya a fin de escapar a la venganza de sus hermanos —en la que, sin duda, el prurito del honor tendría tanta o mayor parte que el impulso pasional del afecto—. Finalmente, y para concluir el recuento de los siete destinos, otro hermano menor, Raúl Mal e Couronne, renuncia a los peligros y pecados de la caballería a favor de una clericatura que le proporciona el ocio necesario para cultivar las letras y entregarse a la medicina.

De manera que el que ha salido ganando ha sido Guillermo, al someter o excluir a sus hermanos con ayuda de la suerte o de la vocación; va a ser él quien siga adelante sin discusión con el difícil juego de un grupo patrilineal, cuyos miembros se otorgan mutuamente la laudatio con exclusión de todos los parientes restantes (aunque no de los señores y vasallos eventuales de cada uno de ellos) mediante "donaciones" o "ventas" a Saint-Évroul: "consintientes" o "condonantes", como si estos términos fuesen equivalentes y sin que esta práctica implique siempre la existencia de situaciones de indivisión.

Las cuatro hijas de Giroie, por el contrario, no transmiten a sus herederos ni el sobrenombre patronímico ni ningún tipo de derechos sobre el patrimonio. Se habían casado todas, puesto que esto no afectaba a la preservación de este último; al revés, las alianzas matrimoniales sirven a la política del linaje, porque le crean gente obligada. Erembourc y Emma se conceden a señores de menor importancia, vecinos de la zona de influencia de Giroie: su padre tiene sobre sus yernos un cierto poder de persuasión, pero no deja cíe advertirse también, en el grupo de los "vecinos, hombres y primos" un cierto flotamiento, un margen de maniobra que aumenta al cabo de una generación. Adelaida y Hadvise contraen, según me parece, matrimonios de un tipo diferente, isogámico y distanciado: una de ellas en Maine-Anjou y la otra en Normandía, provincias entre las que el linaje pone siempre buen cuidado en repartir equitativamente a sus hijas, cuando las entrega como esposas o como religiosas.

Orderico Vital da todo su valor a la alianza contraída por mediación de Hadvise: fue en efecto asociándose con sus dos sobrinos de Grandmesnil como Guillermo y Roberto "fundaron" la abadía de Saint-Évroul hacia 1050. El establecimiento de una relación privilegiada con un monasterio es una etapa obligada en la carrera de los aspirantes al señorío territorial autónomo; es preciso que el poder de la espada encuentre una suerte de legitimación y de apoyo en el de las santas reliquias. Como "necrópolis familiares", las abadías son el lugar de una plegaria ininterrumpida por los difuntos; los epitafios rimados en latín los elevan al rango de antepasados. ¿No se está con ello, a pesar de la evidente especificidad del culto cristiano, muy cerca del África de las etnias? La constitución del grupo de los fundadores es el fruto de una manipulación específica del parentesco: evidenciación de una relación de enlace matrimonial, a consecuencia de una presión de Guillermo, siendo así que sus sobrinos lo que deseaban ante todo era actuar solos e instalar a los monjes en el emplazamiento mismo de la muerte de su padre. Ouche es, por consiguiente, un santuario interfamiliar, y no se halla vinculado a los descendientes por la misma línea de un antepasado común; a pesar de lo cual, sigue habiendo una especie de preeminencia de los Giroie: la vinculación de Roberto de Rhuddlan con los fundadores, con vistas a una sepultura, conduce a ellos, por dos filiaciones maternas; su madre, hermana de los Grandmesnil, es "de la ilustre cepa de los Giroie" (ex clara stirpe Geroianorum).

Pero la medalla otorgada a los dos linajes por esta aura de sacralidad presenta su reverso. Económicamente, les costó cara: Roberto de Grandmesnil, lo mismo que Ernaud d'Echauffour, una vez monjes en dicho lugar, les "birlaron" literalmente a sus "parientes" una parte de sus tesoros, en concreto del botín traído de Italia meridional, en favor del santo; ¿no se trata de un procedimiento exactamente simétrico al de los calumniatores que llenan las páginas de los cartularios? Por lo demás, el control de un monasterio como éste no se adquiere definitivamente: el poder ducal, más aún que la reforma gregoriana propiamente dicha, combate el dominio de los fundadores. Los Giroie y los Grandmesnil pasarán, mientras que en cambio Saint-Evroul no pasará..., o al menos no pasará tan deprisa.

3.° A decir verdad, las dificultades encontradas no son más que las repercusiones directas de la grave crisis política que se abatió sobre unos y otros en 1060. Rebeldes al duque, Roberto I de Saint Céneri y Ernaud d'Echauffour no sobrevivieron a la tormenta; el segundo apenas si tuvo tiempo de congraciarse de nuevo con Guillermo el Conquistador y de entrar en posesión de su herencia confiscada durante un tiempo, cuando sucumbió al veneno preparado por Mabille de Belléme (1064): a la asociación de los antepasados le había sucedido, en efecto, la guerra sin remisión de los Giroie y de los señores de Belléme, de memorables peripecias. Los Grandmesnil se rehicieron antes; su destino se separa desde entonces netamente del de sus primos, mientras que después de Ernaud la nobleza de los Geroiani, al decir de Orderico Vital, no hizo sino degradarse; sus descendientes sólo encontraron refugio en la Italia del sur, exutorio de un gran número de ramas jóvenes o simplemente desheredadas de esta constelación aristocrática.

4.° No obstante, los Giroie regresan: el nombre subsiste en la rama de Saint-Céneri. En 1088, el generoso Roberto Courtehouse sucede como duque al implacable Guillermo; en torno a él se mueven solícitos, venidos de todas partes, los herederos de grandes honores, parientes más o menos próximos de los poderosos expoliados por su padre, y él les "restituye" sus patrimonios —consagrando así el valor de un derecho hereditario vinculado, en la cultura jurídica medieval, a los alodios—. Aunque el argumento de Geoffroi de Mayenne, que intercede en favor de Roberto II el Giroie, no es la filiación de éste, sino el parentesco con el duque por parte de su madre Adelaida, una prima (consobrina) del Conquistador.

Si la progenies (descendencia) se mantiene a pesar de numerosos albures, ello se debe a que es a la vez más y menos que una pura sucesión patrilineal. Una red extensa y multilateral de lazos de parentesco la ayuda a atravesar los momentos difíciles, a cambio de compensaciones: así, en 1094, cuando su primera esposa,su hijo rehén y su propio castillo caen bajo los golpes de los Belléme, Roberto II, "apoyado en el valimiento de parientes y amigos", rehace sus fuerzas y recobra la esperanza. Por otro lado, y puesto que es preciso preservar la integridad de la tierra, la estrategia de un linaje como éste consiste en seguir siendo una sola descendencia lineal que admite a los hermanos y a los tíos célibes, pero que aleja a los primos o, si hacen fortuna en otra parte, tiende a perderlos de vista. En 1119, Montreuil y Echauffour vuelven a las manos de Roberto II; de manera que consigue rehacer la unidad del patrimonio ancestral antes de tener que repartirlo entre sus hijos. Los Giroie están desde luego asentados en el país cuando el viejo monje de Saint-Évroul hace entrar una parte de la historia de sus predecesores en su vasto fresco: y subraya con toda nitidez, retrospectivamente, la especificidad de una familia que ha sabido multiplicar las alianzas matrimoniales y limitar la filiación directa, reservándose el sostenimiento, sobre el fondo de una solidaridad parentelar, de un incesante combate por su propia causa, a lo largo de cien años de soledad.

Semejante destino, y lo mismo se diga del punto de vista del testigo, son ejemplares por más de un título. La fecha de arraigamiento (comienzos del siglo Xl) podría aplicarse a la mayor parte de los señores de los castillos, en la Francia del norte: la hora de la cristalización de su linaje llegó para ellos más tarde que para los príncipes y antes, sin duda, que para los pequeños caballeros. El poder de los duques, capaz de revolverlo todo mediante unas cuantas confiscaciones, es una característica particular normanda; pero en las comarcas, aún más trastornadas, del valle del Loira o de la Isla de Francia, golpes de mano y emboscadas producen el mismo efecto perturbador, puramente coyuntural, sin lograr sacudir demasiado, en último término, el poder de los linajes.

Esta estructura de parentesco caracteriza perfectamente a la aristocracia, entregada por vocación y razón social al gran juego del poder y de la dominación local. Los caballeros "medianos", actores frecuentes aunque raras veces personalizados de la Historia de Orderico Vital, intervienen como satélites de los "poderosos", implicados en los engranajes y en las intrigas de sus vastas familias. Por lo que se refiere a los campesinos entregados a las faenas de producción, sus frágiles viviendas no abrigan sino "familias estrechas". No es tanto que tengan que sostener un honor mediante alianzas matrimoniales o guerras privadas, cuanto que se hayan de ocupar de redondear un lote de tierras; la integración en un señorío o en una parroquia les vincula a las usanzas de un lugar y a los patres anónimos que reposan en el atrio de la iglesia. La etnología contemporánea nos lo enseña tan bien como la historia social de la Edad Media central: linajes y genealogías constituyen el monopolio de los jefes.

Son también el producto de una construcción ideológica. En este particular, a falta de haber podido recoger frecuente y directamente la tradición oral de las familias de los castillos, el historiador se beneficia de las obras de Lamberto de Ardres, de Juan de Marmoutier y de sus remodeladores —regalos inestimables de la segunda mitad del siglo Aproximándolos a ciertas genealogías arregladas, Georges Duby ha subrayado sus preocupaciones capitales: para justificar la retención de un patrimonio, los redactores siguen la línea masculina y señalan también la ilustración que aportaron al grupo algunos excelentes matrimonios hipergámicos (contraídos con personas de nivel social más elevado). Esto no quiere decir que la nobleza provenga de las mujeres más que de los hombres; si hay en esta sociedad una condición adquirida gracias a la madre, es la servidumbre, por más que la existencia de un verdadero matrimonio y la residencia autónoma virilocal (en la casa del marido) hubieran sumido desde hacía mucho tiempo en el olvido la herencia de los antepasados indeseables. Tratándose de la nobleza, cualidad innata siempre susceptible de desigual intensidad según el grado de honor y de proximidad a los reyes, sólo un acrecentamiento de lustre en comparación con la línea masculina justifica que se la refiera a una madre o a una abuela, llevándose así a cabo un desenganche matrilateral en la vía real de la ascendencia. En el siglo Xll, la de los Giroie hubiera podido prestarse a semejante formalización por selección, con tal de que algún capellán hubiese imitado al de los señores de Ardres. El mérito de Orderico Vital, autor más distanciado, consiste en transmitirnos un estado intermedio de elaboración, entre el material en bruto y la imagen real.

Las dos edades de las sociedades de ficción

Aunque obra maestra precoz, cuyo manuscrito más antiguo proviene del ambiente y del momento a los que se vincula la Historia de la Iglesia, la Canción de Rolando no nos ofrece, sin embargo, ni siquiera el esbozo de unas estructuras de linaje. El héroe sólo tiene dos parientes identificados: Carlomagno, su tío materno, y Ganelon, su padrastro y enemigo. Cabe ciertamente imaginar, como causa de su rencor, la rivalidad de dos parentelas por la conquista del poder: la obtención de una hermana de rey asegura una posición dominante en la corte, y el segundo matrimonio podría significar que la alternancia ha jugado entre grupos rivales... pero el texto no explicita nada de esto. Rolando no vive entre amigos carnales sino entre compañeros de armas, con los que forma la mesnada real. Su "parentesco" sólo tiene una existencia virtual y abstracta, cuando la evoca para justificar su orgullosa y fatal negadva a hacer resonar el cuerno para pedir ayuda: "-Ne placa Dam rudo / Que mi parent pur mei seient blasmet" ("Que Dios no quiera que mis parientes sufran vituperio por causa mía").

La traición de Ganelon es juzgada por los barones mientras que Carlomagno entabla querella por sí mismo, apoyado por el joven Thierry, su fiel servidor, familiar pero no de su linaje. Frente a ellos, el felón dispone de la ayuda de treinta "parientes": siluetas indistintas y anónimas, de las que el único que se destaca es Pinabel con ocasión del duelo judicial y sin que se especifique su relación con el inculpado. En medio de los mandobles, intercambia con Thierry propuestas de paz y de mediación. Pero Pinabel no puede dejar escapar a Ganelon; y exclama, expresando así los valores supremos de una shame culture: "—Sustenir voeill trestut mun parentet / N'en recrerrai pur nul hume mortal; / Mielz voeill muritqu'il me seit reprovet" ("Estoy dispuesto a defender a toda mi parentela; ningún mortal hará que me desdiga: prefiero morir antes que tolerar que me lo reprochen").

Y su derrota provoca no sólo el suplicio del traidor, sino también que cuelguen a los treinta que lo han ayudado. Una parentela sin contornos ni sentimientos, ni siquiera articulada; ¿será que nos encontramos en medio de las brumas totalmente germánicas de lo primitivo?

Con el Lancelot o el Perceval de Chrétien de Troyes (11701190), el ambiente se vuelve más primaveral, y una pluma alertada confiere a las presencias femeninas, suscitadoras de "estados de alma", un papel más importante. La aventura individual de los héroes los pone con mucha frecuencia en presencia de parientes designados por su nombre y genéricamente caracterizados; pero nunca sino de un modo incidental, y la identidad se revela, preferentemente, después de haberse establecido una simpatía espontánea. ¿Defiende Perceval a una joven contra la brutalidad de su amigo? ¿Inclina tristemente la cabeza, bajo el peso del remordimiento, ante las reconvenciones de un ermitaño? Luego descubrirá, extemporáneamente, a su prima en la muchacha y en el ermitaño a su tío. Del mismo modo, el bueno de Gormemanz de Gorhaut admira el talento innato del hijo de su hermana sin reconocerlo, con ocasión de un acelerado aprendizaje de la caballería. Exclamaciones como "¡Yo tenía gran necesidad de que estuviera allí mi sobrino!", o "-Lo veo con toda claridad en mi corazón!" acudirán muy a propósito para concluir estos episodios a los que no les falta más que un detalle sin importancia para que resulten dignos de Marivaux: tan reveladores del prejuicio social del público como de la sutil herencia de "la clase".


Дата добавления: 2021-01-21; просмотров: 78; Мы поможем в написании вашей работы!

Поделиться с друзьями:






Мы поможем в написании ваших работ!